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David Chalmin

Acerca de este artista

El compositor, músico y productor David Chalmin, dotado de una sensibilidad ilimitada, se adentra en el reino de la música folk moderna y soñadora con un telón de fondo de suntuosos arreglos electrónicos. Las cinco canciones de su EP Innocence, impregnadas de una suave melancolía, evocan elementos de Radiohead y Nick Drake.

En los últimos diez años, David Chalmin ha asumido un número cada vez mayor de papeles: como productor, arreglista e ingeniero de sonido junto a algunas de las figuras indie más respetadas en todo el mundo (The National, Shannon Wright); como compositor de música contemporánea, habiendo fundado el Dream House Quartet con las pianistas Katia y Marielle Labèque (que recibieron a Thom Yorke en el escenario en 2019); y como cerebro de una electrónica densa y embriagadora con su álbum La terre invisible en 2019. Como él mismo dice, "cantar fue una especie de sorpresa en su desarrollo musical". Durante las sesiones de trabajo para este disco en su estudio en el País Vasco, algunos temas salieron sonando más como canciones que como piezas instrumentales electrónicas. David guardó estas pistas en su amplia cartera de maquetas, esperando la ocasión perfecta para utilizarlas. Entonces llegó la revelación: El sexto movimiento de la pieza sep Particules, compuesta en 2018 para el clavecinista Justin Taylor y su conjunto Le Consort, fue cantado con éxito de crítica. Y ahora, su voz suave y sensible se ha convertido en parte integrante de los cinco temas de Innocence EP.

La música de David Chalmin tiene la claridad, la confianza y la autoconfianza de las obras que han madurado con el tiempo, reflejando una experiencia que no se ve afectada por influencias y perspectivas externas. Las canciones que ahora publica son la suma de todas sus composiciones y colaboraciones hasta la fecha, el resultado de un enfoque formal y una configuración instrumental pacientemente elaborada que combina máquinas, sintetizadores, piano y guitarra. Todas contienen melodías límpidas que se ven acompañadas(Innocence), interferidas y desequilibradas(St-Nazaire, The Storm), o incluso tapadas(Garden of Memories) por elementos rítmicos y arreglos electrónicos. Sus texturas delatan cierta oscuridad: el lado oscuro de un artista feliz y realizado cuya música está marcada por una melancolía apagada, que interactúa con la tristeza del mundo como un antídoto reacciona con el veneno. Con un título que establece la pureza de sus intenciones, Innocence llega a un final onírico con diez hermosos minutos de Surrender, con una melodía resplandeciente y unas inquietantes ondas electrónicas que invitan al oyente a echar el destino al viento.