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De un vistazo

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Compuesto: 1924

Duración: c. 22 minutos

Orquestación: 2 flautas (ambas=piccolo), 2 oboes, 2 clarinetes, 2 fagotes, 4 trompas, 3 trompetas, 3 trombones, timbales y cuerdas

Primera actuación de la Filarmónica de Los Ángeles: 3 de noviembre de 1938, dirección de Otto Klemperer

Sobre esta pieza

"Tengo 'en la cabeza' las Sinfonías VI y VII. Así como la revisión de la Sinfonía. V." Esta nota en el diario de Sibelius del 18 de diciembre de 1917 es la primera mención explícita de la Séptima Sinfonía. La última es del 2 de marzo de 1924: "Listo con la 'Fantasía sinfónica I' en la noche". No es posible seguir la génesis de esta obra tan de cerca como la de las dos anteriores, ya que las notas del diario de Sibelius disminuyen drásticamente en número en los años veinte. Pero ya en 1915 hay, entre los bocetos para la Quinta Sinfonía, material melódico que finalmente acabó en la Séptima. El proceso desde los primeros bocetos hasta la partitura final duró al menos ocho años.

Sibelius tenía primero en mente una obra de varios movimientos, pero, en el verano de 1923, cuando comenzó la intensa fase final de la composición, ya había decidido que sólo habría un movimiento. De ahí el nombre de "Fantasía sinfónica I". La obra se estrenó con ese nombre el 24 de marzo de 1924 en Estocolmo. El compositor dirigió la orquesta de la Sociedad de Conciertos, y otras obras del programa fueron la Primera Sinfonía, Op. 39 (1899/1900) y el Concierto para violín, Op. 47 (1904/05). El nombre de la obra seguía siendo el mismo cuando la dirigió la siguiente vez, el 1 de octubre en Copenhague, pero después de esa interpretación, llegó a la conclusión de que era una sinfonía después de todo, a pesar de estar en un solo movimiento.

El ordinal romano "I" tras la "Fantasía sinfónica" indica que tenía en mente al menos otra obra del mismo tipo. Esta otra obra era el poema sinfónico Tapiola, Op. 112 (1926) o, posiblemente, Sinfonía No. 8, en la que trabajó hasta que quemó el manuscrito, inacabado, en los años cuarenta.

"Tengo la intención de dejar que las ideas musicales y su desarrollo en mi mente determinen la forma". La entrada del diario de Sibelius del 8 de mayo de 1912 no se refiere a la Séptima Sinfonía, pero probablemente describe la forma de esta obra mejor que cualquier otra explicación. La primera idea musical que acabó en esta obra es un "tema de Adagio" del que hay muchos borradores en el cuaderno de bocetos del compositor. Este tema y sus variantes, de las que hay dos familias ligeramente diferentes, adquieren tal importancia en las tres secciones principales(Adagio, Vivacissimo y Allegro moderato) de la Sinfonía que sus desarrollos determinan realmente la forma. La variante más espectacular de esta idea germinal es el majestuoso tema de trombón en do mayor, que se escucha por primera vez después de la polifonía de cuerdas, parecida a un himno, de la sección Adagio, que Serge Koussevitzky llamó "el Parsifal de Sibelius". -IllkaOramo