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De un vistazo

Compuesto: 2021

Sobre esta pieza

Entre los huicholes de México, Kauyumari significa "ciervo azul". El ciervo azul representa un guía espiritual, que se transforma a través de una larga peregrinación en un cactus alucinógeno llamado peyote. Permite a los huicholes comunicarse con sus antepasados, cumplir sus órdenes y asumir su papel de guardianes del planeta. Cada año, estos nativos mexicanos emprenden un viaje simbólico para "cazar" el ciervo azul, realizando ofrendas en agradecimiento por haberles sido concedido el acceso al mundo invisible, a través del cual también son capaces de curar las heridas del alma.

Cuando recibí el encargo de la Filarmónica de Los Ángeles de componer una pieza que reflexionara sobre nuestra vuelta a los escenarios tras la pandemia, pensé inmediatamente en el ciervo azul y en su poder para entrar en el mundo de lo intangible como una celebración de la reapertura de la música en vivo. En concreto, pensé en una melodía huichol cantada por la familia De La Cruz -dedicada a grabar el folclore ancestral- que utilicé para el movimiento final de mi pieza Altar de Muertos, encargada por el Kronos String Quartet en 1997.

Utilicé este material dentro del contexto orquestal y elaboré la construcción y el desarrollo progresivo de la melodía y su acompañamiento de forma que simbolizara el ciervo azul. Esto, a su vez, se transformó en una textura orquestal que evoluciona gradualmente hacia un complejo patrón rítmico, hasta tal punto que la propia melodía se vuelve irreconocible (el efecto imaginario del peyote y nuestra conciencia del reino invisible), dando lugar a una sección de viento coral mientras se mantiene un incisivo acompañamiento rítmico como forma de reafirmación de que el mundo seguirá naturalmente su curso.

Mientras componía esta pieza, observé una vez más cómo la música tiene el poder de concedernos acceso a lo intangible, curando nuestras heridas y vinculándonos a lo que sólo puede expresarse a través del sonido.

Aunque la vida está llena de interrupciones, Kauyumari es una comprensión y celebración del hecho de que cada una de estas rupturas es también un nuevo comienzo.

-Gabriela Ortiz