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De un vistazo

Compuesto: Compuesto: 1884-88, rev. 1893, 1896, 1899

Orquestación: 4 flautas (2ª, 3ª y 4ª = piccolo), 4 oboes (3ª = corno inglés), 4 clarinetes (3ª = clarinete bajo y clarinete mi bemol, 4ª = clarinete mi bemol), 3 fagotes (3ª = contrafagot), 7 trompas, 4 trompetas, 3 trombones, tuba, percusión (bombo, platillos, gong, triángulo), 2 timbales, arpa y cuerdas

Sobre esta pieza

Primera actuación de la Filarmónica de Los Ángeles: 1 de marzo de 1928, dirección de Georg Schnéevoigt

 

La génesis de la Primera Sinfonía de Mahler fue prolongada: 15 años separan sus primeras ideas de su revisión final. Durante ese tiempo, el joven compositor pasó de aprendiz a maestro. En 1884, cuando garabateó por primera vez los temas que acabarían encontrando su camino en la Sinfonía, Mahler era director de orquesta de la ópera de Kassel, un puesto modesto; cuando la obra alcanzó su forma definitiva, era director de la Ópera de la Corte de Viena. director de orquesta Los años intermedios le llevaron a Praga, Leipzig, Budapest (donde se estrenó la Primera Sinfonía en su versión original de cinco movimientos en 1889) y Hamburgo, así como a una estancia de dos meses como invitado en el Covent Garden de Londres.

La Sinfonía también ha pasado por otras tantas ciudades: Después de su estreno en Budapest, Mahler la revisó para las representaciones en Hamburgo (1893) y Weimar (1894), y finalmente suprimió un movimiento entero y estrenó la obra en (casi) su forma actual en Berlín en 1896. La versión publicada en 1899 refleja una nueva revisión, principalmente de la orquestación de la obra.

En relación con esta Sinfonía surgen varios hechos sobre el compositor Mahler. En primer lugar, sus actividades como compositor de canciones estaban inextricablemente entrelazadas con su trabajo como sinfonista.

Mahler también necesitó un estímulo extramusical para empezar a componer sus sinfonías, pero más tarde desecharía ese programa, lo que suele indicar que la obra ha alcanzado su forma definitiva. En este caso, Mahler comenzó con un elaborado programa derivado de los primeros escritores románticos alemanes Jean Paul y E.T.A. Hoffmann -escritores cuyas imágenes de naturaleza extática y descripciones de lo grotesco y lo macabro dejaron ciertamente su huella en la música de Mahler- y del poeta medieval italiano Dante Alighieri -el final de la Sinfonía llevó en su día el descriptivo título "Dall'Infierno al Paradiso".

Pero Mahler acabó distanciándose de estas influencias, dejando una Sinfonía de cuatro movimientos con una sonata-allegro inicial, un movimiento de danza brioso y terrenal, el cortejo fúnebre y un final [el movimiento interpretado esta noche] cuya tormenta se disuelve en la luz. Y aunque es un producto de sus años de viajero, la Sinfonía, en su forma final, ya afirma la completa maestría de Mahler, un anuncio inequívoco de que el caminante ha llegado definitivamente. -John Mangum