Acerca de este artista
Uno de la primera generación de maestros minimalistas, STEVE REICH (nacido en 1936) estudió batería con Roland Kohloff, timbalista principal de la Filarmónica de Nueva York, y más tarde composición en el Juilliard and Mills College. Ayudó a montar el estreno de "En Do" de Terry Riley en 1964, y unos meses después completó "It's Gonna Rain", su cinta seminal de fragmentos de discurso en bucle. Sus otras influencias fueron desde John Coltrane a la batería de Ghana y la música gamelan balinesa, lo que dio como resultado una música animada, llena de vida y de gran colorido. El alcance de su música va desde el sonido de las palmas hasta piezas de teatro multimedia de larga duración.
Reich ha sido llamado "el compositor vivo más grande de América" (The Village VOICE), "...el pensador musical más original de nuestro tiempo" (The New Yorker), y "...entre los grandes compositores del siglo" (The New York Times). Su música ha influido en compositores y músicos de todo el mundo. Music for 18 Musicians and Different Trains le ha valido dos Grammys, y en 2009 su Sexteto Doble ganó el Premio Pulitzer. Sus obras de video ópera documental - La Cueva y Tres Cuentos, realizadas en colaboración con video la artista Beryl Korot - se han representado en cuatro continentes. Su Cuarteto, para el percusionista Colin Currie, agotó las entradas para dos conciertos consecutivos en el Queen Elizabeth Hall de Londres, poco después de que decenas de miles de personas en el Festival de Glastonbury escucharan a Jonny Greenwood (de Radiohead) interpretar Electric Counterpoint, seguido de la London Sinfonietta que interpretaba su Música para 18 Músicos. En 2012 fue galardonado con la Medalla de Oro en Música de la Academia Americana de las Artes y las letras. Anteriormente ganó el Preamium Imperale en Tokio, el Premio Polar en Estocolmo, el Premio BBVA en Madrid y recientemente el León de Oro en la Bienal de Venzia. Ha sido nombrado Comandante de la Orden de las Artes y las Letras y ha sido nombrado doctor honoris causa por la Juilliard School, la Academia Liszt de Budapest y el Conservatorio de Música de Nueva Inglaterra, entre otros. "Sólo hay un puñado de compositores vivos que pueden afirmar legítimamente que han alterado la dirección de la historia musical y Steve Reich es uno de ellos", afirma The Guardian.