Pines of Rome
De un vistazo
Compuesto: 1923-24
Duración: c. 23 minutos
Orquestación: 3 flautas (3ª = flautín), 2 oboes, corno inglés, 2 clarinetes, clarinete bajo, 2 fagotes, contrafagot, 4 trompas, 3 trompetas, 3 trombones, tuba, metales fuera de escena (6), timbales, percusión (bombo, platillos, campanas, trinquete, caja, glockenspiel pequeño, tam-tam, pandereta, triángulo), arpa, piano, celesta, órgano, cinta de ruiseñor, y cuerdas
Primera actuación de la Filarmónica de Los Ángeles: 9jul, 1926, Emil Oberhoffer dirigiendo
Sobre esta pieza
Respighi consiguió un par de óperas puestas en escena en su Bolonia natal cuando tenía 31 años, pero su trabajo como músico de orquesta (violín y viola), profesor, pianoacompañante y arreglista de música barroca sostuvo su carrera peripatética en sus primeros años. El traslado a Roma en 1913 como profesor de composición en el Liceo Musicale de Santa Cecilia fue decisivo, ya que Roma era entonces el centro de la vida orquestal en Italia. En 1916, completó Fuentes de Roma, un poema sinfónico en cuatro partes que poco a poco se convirtió en un gran éxito, haciendo a Respighi famoso y rico.
En 1919 el Liceo se convirtió en el Conservatorio de Santa Cecilia, y en 1923 Respighi fue nombrado su director. Ocupó ese cargo administrativo sólo tres años, durante los cuales compuso Pines of Rome, una continuación de Fountains y aún más lucrativa para Respighi. Su éxito, tras su estreno en diciembre de 1924, permitió a Respighi renunciar a la dirección del Conservatorio en 1926, aunque continuó con la enseñanza que tanto le gustaba, como profesor avanzado de composición hasta 1935.
La gran popularidad de esta música no es difícil de entender. Es un espectáculo musical brillantemente evocador, bien hecho a mano y emocionalmente sincero. La primera sección de Pinos -los cuatro se juegan sin descanso- es un breve preludio que representa a los niños jugando en el pinar de Villa Borghese, sus danzas y juegos proyectados con estruendo a través de rápidos intercambios de viento y viento de madera.
"Pinos cerca de una catacumba" presenta una escena serena, incluso sombría, con cuerdas apagadas que sostienen un canto orquestal que "resuena solemnemente, sonoramente, como un himno" que se eleva desde la catacumba, según las palabras del compositor.
"The Pines of the Janiculum" es una música nocturna en la que un clarinete solista canta de forma sencilla, introduciendo la canción de un ruiseñor (Respighi incluso especificó la grabación a utilizar) sobre cuerdas de trémolo. "Los Pinos de la Vía Apia" sugiere que la mañana amanece sobre la marcha de la gloria imperial romana en un triunfo impulsado por la trompeta. Mussolini adoraba la música orquestal de Respighi, pero el sonido de un desfile fascista aquí es probablemente el resultado de una flexión muscular puramente musical más que de cualquier intención conscientemente propagandística por parte de un compositor bastante apolítico. - John Henken