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De un vistazo

Compuesto: 1778

Duración: c. 27 minutos

Orquestación: 2 oboes, 2 trompas, cuerdas, flauta solista y arpa

Primera actuación de la Filarmónica de Los Ángeles: 4 de enero de 1936, Henry Svedrofsky dirigiendo

Sobre esta pieza

El desprecio de Mozart por la flauta ("Sabes que que que me siento impotente cuando me veo obligado a escribir para un instrumento que I que no soporto", escribió el compositor a su padre desde Mannheim en 1778), y su indiferencia hacia el arpa, que él arpa, que consideraba un tipo de instrumento de teclado muy limitado. instrumento de teclado, son ambos bien de la crónica. Sin embargo, en el catálogo de Mozart no sólo hay dos conciertos para flauta y tres cuartetos para flauta, sino un Concierto para Flauta y arpa, K. 299. El Concierto K. 299 fue escrito en París en 1778 para el Duque de Guines, sobre cuya forma de tocar la flauta Mozart había palabras amables, y la hija del duque, que "toca el arpa magníficamente", el joven Wolfgang escribió a su padre.

Cualquiera que sea negativo sentimientos Mozart tenía sobre los dos instrumentos (y sobre la hija'de la hija como alumna de composición) quedó a un lado cuando puso la pluma a el papel, ya que el Concierto es absolutamente encantador, un excelente ejemplo de música de salón ilustrada en de la música de salón ilustrada en la que se puede ver la individualidad del compositor. En Hay más melodías en los tres movimientos convencionales del Concierto de las que uno podría agitar una flauta-por no hablar de un arpa-y la escritura para los instrumentos es brillante sin ser excesivamente virtuosa. Los dos (muy francés) Los dos instrumentos (muy franceses) conversan con naturalidad o toman alegres turnos de solista acompañados discretamente por el otro; y la orquesta, cuyos vientos son parejas de oboes y trompas, cumple su papel con eficacia.

El primer movimiento es particularmente rico desde el punto de vista melódico; Mozart parecía incapaz de parar el flujo de la canción, de modo que las melodías se pisan unas a otras's talones. En la sección principal, todo es dulzura y ligereza, mientras que el desarrollo se vuelve agridulce en su pensatividad en clave menor. El Andantino segundo movimiento es a serenata graciosa en su partitura para las cuerdas sólo como acompañamiento para el solo instrumentos solistas. El dar y de la flauta y el arpa. arpa hacen que sea tan armonioso y agradable agradable a colaboración que puede ser que se pueda imaginar. imaginable. Este es el Mozart de el secreto, jardín romántico-no un exaltado lugar, para estar seguro seguro, pero sí delicioso.

El Rondo final es como vivaz como el movimiento anterior es soñador. Un apertura orquestal extendida tiene como como idea principal una melodía que recuerda al tema principal tema del movimiento similar de la Piano Sonata en La menor, K. 310, escrita, como el Concierto, en París en 1778. Cuando los solistas entran, presentan presentan nuevo material, y en hecho no abordan el tema de apertura de la orquesta hasta bastante después. Es un movimiento bastante largo, en el que la invención desarmante, el encanto infinito y la interacción solista constituyen un mensaje mozartiano que merece la pena sintonizar.

-Orrin Howard