Dzonot
estreno mundial, encargo de LA Phil
con el generoso apoyo del MaddocksBrown Fund for New Music
De un vistazo
Compuesto: 2024
Duración: c. 25 minutos
Orquestación: 2 flautas, flautín, 2 oboes, 2 clarinetes, 2 fagotes, 4 trompas, 3 trompetas, 2 trombones, trombón bajo, timbales, 4 percusión (1=crotales, caxixi, vibráfono, platillo suspendido, waterphone, caja, bombo, triángulo, cajita china de madera, tam-tam, bloques de madera, cabasa; 2=crotales, claves bajas, bongos, campanas de trineo, bloque de arena, campanas tibetanas tingsha, glockenspiel, platillo suspendido, bloques de madera, triángulo; 3=glockenspiel, guiro, almglocken, campanas tingsha tibetanas, xilófono, bloques de madera medianos, hidrófono, gong, claves, lata pequeña, platillo suspendido; 4=kenong, platillo suspendido grande, xilófono, bombo, crótalos, hidrófono, claves, cencerro, arpa, piano, celesta, cuerdas y violonchelo solo.
Sobre esta pieza
Dzonot (cenote en español) es un término utilizado únicamente en México, derivado de la palabra maya "dzonot", que significa "abismo". En la cultura maya, los cenotes se consideraban fuentes de la vida misma. También representaban entradas al inframundo o Xibalbá, un lugar sagrado donde reinaba la oscuridad, habitado por sombras, dioses y espíritus.
Dzonot es un concierto para violonchelo y orquesta inspirado en los cenotes de la península de Yucatán, que constituyen un intrincado y delicado sistema de ríos subterráneos y cuevas que requieren una cuidadosa conservación para proteger su biodiversidad y belleza natural. Además, los cenotes del sureste de México abastecen de agua potable a toda la región y en ellos se han encontrado restos antropológicos y paleontológicos.
Los cenotes suelen tener aberturas de diversos tamaños que admiten rayos de luz solar, lo que influye en el agua de estas cuevas oscuras y crea un aura de misterio: sus haces de luz iridiscente refuerzan sin duda la profunda conexión espiritual que experimentaban los mayas. dom.En el cenote de Holltún, cerca de las ruinas arqueológicas de Chichén Itzá, el paso del sol durante el solsticio de verano hace que la luz penetre verticalmente, por lo que su reflejo cae en el centro del cenote y no en las paredes, a diferencia de otros días del año.
Los cenotes también poseen una biodiversidad única. Dan cobijo a especies endémicas de flora y fauna que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo, por lo que la preservación de su hábitat es indispensable para su conservación. El jaguar, por ejemplo, es uno de los animales más simbólicos de nuestras culturas prehispánicas. Desafortunadamente, en México se encuentra en peligro de extinción debido a la destrucción de su hábitat, causada principalmente por la construcción de unidades habitacionales, lugares turísticos e infraestructura de transporte en las regiones boscosas de la Riviera Maya.
Otra especie amenazada es el pájaro toh, o motmot de ceja turquesa, que vive actualmente en estas cavernas. La leyenda del pájaro toh cuenta que su hermoso plumaje le daba un sentimiento de superioridad sobre todas las demás aves, lo que le hacía vanidoso e ignorante. Estaba convencida de que nunca le ocurriría nada malo, hasta que un día el dios maya de la lluvia, Chaac, decidió provocar una tormenta. Como amaba a los pájaros, Chaac les advirtió que construyeran un refugio para resguardarse rápidamente. Todas las aves construyeron santuarios excepto el toh, que ignoró arrogantemente la advertencia y no hizo nada. Cuando empezó la tormenta, el toh se dio cuenta de lo expuesto que estaba y buscó refugio desesperadamente hasta que, finalmente, encontró una pequeña madriguera abandonada. Pudo entrar en la madriguera, pero su enorme cola quedó expuesta a las inclemencias del tiempo e inevitablemente destruida. Cuando terminó la tormenta, el toh salió, orgulloso de haber permanecido a salvo a pesar de no haber hecho ningún esfuerzo, sin darse cuenta de que ya no poseía su hermosa cola. Sin embargo, cuando los demás pájaros empezaron a burlarse de él, el toh no tuvo más remedio que vivir escondido desde aquel día, volando entre la oscuridad y las sombras de las cuevas subterráneas.
En el primer movimiento, "Luz vertical", el sonido de la orquesta y el canto del violonchelo evocan el ambiente subacuático y los efectos hipnóticos que producen los rayos de sol entre las sombras que predominan en el interior de los cenotes. En el segundo movimiento, "El ojo del Jaguar", el violonchelo se transforma sutil y metafóricamente en la voz y el cuerpo de este elegante felino, a través de diversos sonidos percusivos y pasajes de gran virtuosismo que dialogan con la orquesta con agilidad y destreza. El tercer movimiento, "Jade", es una reflexión sonora e intimista sobre el significado y la historia de estos ríos subterráneos, donde todo cobra vida: la piedra caliza erosionada por las arenas del tiempo, el color verde jade y el sonido del agua, las cascadas de luz reflejada, e incluso el húmedo aroma de la tierra húmeda que bordea sus orillas. También ha sido mi deseo que, hacia el final de este movimiento, la música represente metafóricamente el desastre natural causado por las grandes industrias humanas y su implacable maquinaria depredadora a través de motivos rítmicos constantes, pero diversos, que se repiten insistentemente con un pulso mecánico que nos lleva a un clímax final, disuelto por el canto esperanzado del violonchelo. Por último, en el cuarto movimiento, "El vuelo de Toh", la música se despliega ágilmente con absoluta libertad, manifestada como una especie de presagio sonoro, con la esperanza de que el ave toh no pierda su lugar en la selva tropical, a pesar de la deforestación y la destrucción ecológica que amenazan su existencia.
Como forma de protesta, Dzonot constituye mi manera de pedir que dejemos de desatender la urgente necesidad de preservar estos ecosistemas en el contexto de la actual crisis climática. Esta composición está dedicada a la violonchelista Alisa Weilerstein y fue un encargo de la Filarmónica de Los Ángeles bajo la dirección de Gustavo Dudamel. -Gabriela Ortiz