Conozca al bajista David Allen Moore mientras repasa algunas de las galas más emblemáticas de la LA Phil, comparte sus sinfonías favoritas de Mahler y nos cuenta por qué la música contemporánea es como el sushi gourmet.
Lleva en el LA Phil desdel 2000, ¿qué actuaciones destaca más de las últimas 26 temporadas?
Siempre recordaré dos de las galas. La primera tuvo lugar en el Walt Disney Concert Hall con Esa-Pekka Salonen [en el 2003], cuando interpretamos La consagración de la primavera. Nunca había sentido a la orquesta tan concentrada y enérgica.
Y luego la Gala [del Centenario] [en el 2019] que hicimos con los tres maestros-ZubinMehta, Esa-Pekka Saloneny Gustavo Dudamel. Fue una experiencia única en la vida.
El contrabajo con el que toca con la orquesta se fabricó en 1735. Cómo lo consiguió y por qué es tan especial?
Lo adquirí en una tienda de Albuquerque. Iba a reparar el instrumento que tenía en ese momento y estaba mirando el stock. Vi este otro bajo y pensé: "Oh no, me voy a ir de aquí con la cartera más ligera de lo que esperaba".
Tuve mucha suerte de encontrar este instrumento. Es un Nicolò Gagliano, la segunda generación de la familia Gagliano. Es raro encontrar bajos fabricados por fabricantes notables que sean conocidos por sus cuerdas superiores (violines, violas y violonchelos). No tenemos bajos Strad ni nada parecido.
¿Qué pieza musical...
...¿te hace llorar?
La Quinta de Mahler, sin duda. Es difícil elegir entre las sinfonías de Mahler, porque cada una de ellas es un viaje épico por la vida de principio a fin, pero ésta destaca por encima de las demás.
...¿te da escalofríos?
Cualquier obra de Bartók, ya seasu Concierto para orquesta o Música para cuerdas, percusión y celesta, tiene sin duda ese aire.
...¿te hace sonreír?
Sinceramente, no puedo limitarme a una sola pieza, así que diría que cualquiera de Mozart. Para los que no son músicos, Mozart es visto como una persona muy digna y correcta y todo ese tipo de cosas. Pero he leído cosas que teorizan que podría haber tenido Tourette y que era un bromista implacable. Hay mucha alegría y picardía en su música, que siempre resulta atractiva.
Como miembro del LA Phil New Music Group, usted toca en muchos de nuestros conciertos de Green Umbrella. Siempre le ha gustado la música clásica contemporánea?
En resumen, no, pero es muy parecido a la comida. Si estás comiendo en McDonald's tres veces al día y luego alguien te viene con una cena gourmet de sushi que nunca antes has probado, vas a decir: "¡Dios mío! Esto es pescado crudo y erizos de mar. Es asqueroso". Pero con el tiempo, le coges aprecio y lo comprendes.
Me encanta tocar música nueva porque ves cómo se amplía el repertorio en tiempo real. Es casi como la emoción de ver el fútbol universitario y seguir y elegir a los talentos antes de que sean reclutados por los profesionales. Es una experiencia que te desafía con nuevos sonidos, técnicas y prácticas interpretativas que pueden ampliar tu experiencia con el repertorio tradicional.
La [nueva música] siempre ha sido una seña de identidad de nuestra orquesta, así que ha sido divertido poder participar en ella.
Imparte clases en la Universidad del Sur de California y en Domaine Forget, en Quebec (Canadá). ¿Qué es lo que más le gusta de trabajar con músicos prometedores?
Sinceramente, es darles la oportunidad de hacer lo que yo hago y ayudarles a adquirir las habilidades y los conocimientos necesarios para convertirse en músicos profesionales.
Tengo antiguos alumnos de bajo en las orquestas sinfónicas de San Diego, Chicago, Houston, Detroit y Nacional; están por todo el mundo. Es fantástico verles cumplir el sueño de no poder hacer otra cosa que tocar a tiempo completo.