Acerca de este artista
La polifacética carrera de Yo-Yo Ma es testimonio de su creencia permanente en el poder de la cultura para generar confianza y entendimiento. Ya sea interpretando obras nuevas o conocidas del repertorio para violonchelo, colaborando con comunidades e instituciones para explorar el papel de la cultura en la sociedad o recurriendo a formas musicales inesperadas, Yo-Yo se esfuerza por fomentar conexiones que estimulen la imaginación y refuercen nuestra humanidad.
En 2018, Yo-Yo se propuso interpretar de una sentada las seis suites para violonchelo solo de Johann Sebastian Bach en 36 lugares de todo el mundo que abarcan nuestro patrimonio cultural, nuestra creatividad actual y los retos de paz y entendimiento que darán forma a nuestro futuro. Y el año pasado, inició un nuevo viaje para explorar las múltiples formas en que la cultura nos conecta con el mundo natural. En los próximos años, Yo-Yo visitará lugares que personifican el potencial de la naturaleza para conmover el alma humana, creando obras de arte en colaboración y convocando conversaciones que buscan fortalecer nuestra relación con nuestro planeta y entre nosotros.
Ambas iniciativas continúan el compromiso vitalicio de Yo-Yo de ampliar los límites del género y la tradición para explorar cómo la música no sólo expresa y crea significado, sino que también nos ayuda a imaginar y construir una sociedad más fuerte y un futuro mejor.
Fue esta creencia la que inspiró a Yo-Yo para fundar Silkroad, un colectivo de artistas de todo el mundo que crean música en la que participan sus múltiples tradiciones. A través de su trabajo con Silkroad, así como a lo largo de su carrera, Yo-Yo Ma ha tratado de ampliar el repertorio clásico para violonchelo, estrenando obras de compositores como Osvaldo Golijov, Leon Kirchner, Zhao Lin, Christopher Rouse, Esa-Pekka Salonen, Giovanni Sollima, Bright Sheng, Tan Dun y John Williams.
Además de su trabajo como artista, Yo-Yo ha colaborado con comunidades e instituciones de Chicago a Guangzhou para desarrollar programas que abogan por un mundo más humano. Entre sus muchas funciones, Yo-Yo es Mensajero de la Paz de la ONU, el primer artista nombrado miembro del consejo de administración del Foro Económico Mundial y miembro del consejo de Nia Tero, organización sin ánimo de lucro con sede en Estados Unidos que trabaja en solidaridad con los pueblos y movimientos indígenas de todo el mundo.
La discografía de Yo-Yo, con más de 100 álbumes (19 de ellos galardonados con un Grammy), refleja sus variados intereses. Además de sus muchas interpretaciones icónicas del canon clásico occidental, ha realizado grabaciones que desafían cualquier categorización, entre ellas "Appalachia Waltz" y "Appalachian Journey" con Mark O'Connor y Edgar Meyer, y dos homenajes a la música de Brasil ganadores de un Grammy. Las grabaciones recientes de Yo-Yo incluyen: "Sing Me Home", con el Silkroad Ensemble, que ganó el Grammy 2016 al Mejor Álbum de Música del Mundo; "Six Evolutions - Bach: Cello Suites"; y "Songs of Comfort and Hope", creado y grabado con la pianista Kathryn Stott en respuesta a la pandemia COVID-19. El último álbum de Yo-Yo es "Beethoven for Three: Sinfonías nº 2 y 5", con el pianista Emanuel Ax y el violinista Leonidas Kavakos.
Yo-Yo nació en 1955 de padres chinos que vivían en París. Comenzó a estudiar violonchelo con su padre a los cuatro años y tres años más tarde se trasladó con su familia a Nueva York, donde continuó sus estudios de violonchelo en la Juilliard School antes de cursar estudios de artes liberales en Harvard. Ha recibido numerosos galardones, entre ellos el Premio Avery Fisher (1978), la Medalla Nacional de las Artes (2001), la Medalla Presidencial de la Libertad (2010), los Kennedy Center Honors (2011), el Premio Polar de Música (2012) y el Premio Birgit Nilsson (2022). Ha actuado para nueve presidentes estadounidenses, la última vez con motivo de la toma de posesión del Presidente Biden.
Yo-Yo y su mujer tienen dos hijos. Toca tres instrumentos: uno de 2003 fabricado por Moes & Moes, un violonchelo Montagnana de Venecia de 1733 y el Stradivarius Davidoff de 1712.