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Remi Wolf

Acerca de este artista

Es difícil para Remi Wolf describir su sonido. En un lapso de tres minutos, un tema de Remi Wolf rebota entre el funk, el soul, el indie y el emo con toda la previsibilidad de un pinball. Su voz oscila entre un falsete chirriante y un alto que ancla la melodía, haciendo oscilar la balanza en poco más que un suspiro. Está muy lejos de lo que se ha convertido en algo habitual en la música pop, pero Remi Wolf nunca ha seguido las reglas.

Es posible que Wolf esté a favor de la rebelión ahora porque su trayectoria musical temprana cumple con todos los hitos convencionales de un artista completo. Hubo actuaciones en la escuela primaria y micrófonos abiertos que cautivaron a las multitudes en su ciudad natal de Palo Alto; la composición autodidacta, la grabación experimental y la educación musical terciaria a través de la USC. Tal vez el momento más decisivo fue el de ganar 200 dólares en dos horas de actuación ambulante en el instituto, cuando Wolf se dio cuenta de que la gente pagaría gustosamente por escucharla.

"Antes de enamorarme realmente de la escritura, me encantaba actuar", dice. "Esa ha sido siempre mi base, enciende algo en mi alma que no se enciende en ningún otro momento de mi vida. Es algo muy poderoso, lo más expresivo que siento que voy a conseguir".

La "respuesta inmediata" del público a su talento infundió en Wolf una sensación de confianza que la llevó a la escuela de música y a una etapa posterior a la licenciatura en los locales de Los Ángeles. Su experiencia universitaria consistía en saltarse las clases para improvisar con sus 10 compañeros de habitación musicales, y pronto se unió al coproductor Jared Soloman. Juntos, recopilaron influencias de la talla de Tool, Weezer, Ween y Erikah Badyu y emprendieron un proyecto artístico experimental, tirando la precaución -y la estrategia- al viento con el lanzamiento impulsivo de su primer tema, "Guy".

"No tenía ningún plan, sólo tocaba en los conciertos y aprovechaba cualquier oportunidad que se me presentara", dice Wolf, de 25 años. "Estaba aprendiendo a tocar la batería y escribía en la guitarra con todas esas formas de acordes que la gente no utilizaba, diferentes estructuras. Me ponía nervioso, pero siempre tenía una visión".

"Guy" marcó un momento decisivo para la artista Remi Wolf. Le aseguró un puesto de telonera en la gira de la estrella del indie-pop, Still Woozy, un representante, y un punto de entrada a dos EP consecutivos aclamados por la crítica, You're a Dog y I'm Allergic to Dogs, creados en su mayoría en estudios improvisados con Soloman y equipos limitados. Más tarde, Apple contrataría a Wolf para la banda sonora de un anuncio del iPhone, y ella recibiría importantes colaboraciones de gente como Dominic Fike y Cautious Clay.

Estos logros han servido de preludio y plataforma para su álbum de debut, Juno, su oferta post-pandémica. El proyecto es una exploración de la inestabilidad que Wolf sintió durante el encierro, rebotando entre casas mientras intentaba la sobriedad. El proyecto es también la primera vez que Remi Wolf ha tenido los recursos para subcontratar los elementos más técnicos del proceso de producción, así como el acceso a equipos de alta calidad. Para una artista con mentalidad de "hazlo tú mismo" que se ha abierto camino en la industria, esto ha supuesto un ajuste.

"He tenido que soltar un poco el control y dejar que la gente me ayude a ejecutar mis ideas", explica, "tengo que confiar en que otras personas me ayuden y a la vez no limitarme a ninguna expectativa que no sea empujarme a mí misma y a los límites de lo que he hecho antes".

Su primer proyecto de larga duración no sólo articula la maduración de Wolf, sino que consigue mantener la espontaneidad y el alma de sus trabajos anteriores. Los instintos sonoros de improvisación de la cantautora son los que mejor hablan de su talento y refuerzan su longevidad, pero es su carisma infantil -en el escenario y fuera de él-, junto con su actitud despreocupada, lo que indica su potencial para un impacto profundo.

Remi Wolf prefiere reescribir las reglas en lugar de jugar con ellas, y por eso puede acreditar su corazón rebelde. "A veces siento que quiero ser diferente, rebelde y contraria a lo que sucede. Es una locura pensar que puedo hacer la música que quiero y pagar mis facturas y ser reconocida por mi trabajo, pero creo que principalmente quiero que mi música sea importante para la gente. Quiero que la gente cree recuerdos con mis canciones".