Las nueve piezas a las que Villa-Lobos dio el título de Bachianas Brasileiras datan todas de entre 1930 y 1945. En ellas buscó explorar lo que él sentía que eran los vínculos entre la música de Bach y la de su Brasil natal - una conexión oblicua si es que alguna vez hubo una. Villa-Lobos vio en la escritura instrumental de Bach, en la forma en que se hace tanto hincapié en el entrelazamiento de hilos contrapuntísticos igualmente importantes, un eco de la libertad de escritura de las partes que encontró en la música folclórica de su propio país. Muchos de los movimientos de la serie tienen títulos dobles, uno relacionado con las formas barrocas, el otro con las formas indígenas brasileñas.

Las piezas varían en su puntuación. La primera, como la quinta, requiere ocho chelos, pero carece de la soprano solista de la obra posterior. Fue terminada en 1930. La referencia bachiana más obvia aquí está en la fuga final, aunque en un tema más cercano a Río que a Leipzig. El tema en sí mismo emerge en la Embolada de apertura, una forma de canción popular caracterizada por un estribillo y una estructura de respuesta. La Modinha central alude a un término genérico para un tipo de canción popular portuguesa, generalmente de carácter sentimental.

- Geoff Thomason