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De un vistazo

Compuesto: 1977

Duración: c. 6 minutos

Orquestación: glockenspiel y cuerdas

Estreno con la Filarmónica de Los Ángeles: jul 11, 2002, Paavo Järvi al frente

Sobre esta pieza

Los tres repiques muy silenciosos y muy espaciados de una campana solitaria que abren el Cantus inician una música que lanza un hechizo hipnotizador, envolviéndolo a uno en su aura trascendental durante los seis minutos de duración de la pieza. Cuando entran las cuerdas, comienzan muy suavemente y aumentan de intensidad poco a poco, hasta alcanzar un fortissimo sostenido mientras tocan variantes de una escala descendente de la menor. Las escalas, impregnadas por las apariciones aparentemente aleatorias de la campana, se superponen a diferentes velocidades, y el conjunto de sonidos crea una atmósfera arcaica y eclesiástica. La repetitividad de la música sugiere el minimalismo (Philip Glass, Steve Reich y John Adams son practicantes preeminentes de este estilo), pero la naturaleza elevada del Cantus -llámeseespiritualidad- lo aparta de cualquier tipo de método formulista.

Arvo Pärt estudió en el Conservatorio de Tallin, donde se licenció en 1963. Mientras estudiaba, empezó a trabajar como ingeniero de grabación para la radio estonia y también escribió más de 50 partituras para películas. En 1980, él, su mujer y sus dos hijos recibieron permiso para emigrar a Israel, pero, tras detenerse primero en Viena durante más de un año, acabaron estableciéndose en Berlín Occidental, donde viven actualmente.

A finales de los 70, Pärt empezó a utilizar un estilo que denominó "tintinnabulation". Lo explicaba de esta manera: "He descubierto que basta con que una sola nota esté bellamente tocada. Esta única nota, o un momento de silencio, me reconfortan. Trabajo con muy pocos elementos: con una voz, dos voces... materiales primitivos, con la tríada, con una tonalidad concreta. Las tres notas de una tríada son como campanas. Por eso lo llamo 'tintinnabulation'".

Entre el estonio y Benjamin Britten no existía ninguna relación humana ni, aparentemente, musical. Pero Pärt se sintió movido a escribir una obra en memoria del compositor británico, describiendo el inicio de la pieza. "¿Por qué la fecha de la muerte de Benjamin Britten, el 4 de diciembre de 1976, me tocó la fibra sensible? En ese momento, obviamente, yo estaba en el punto en el que podía reconocer la magnitud de tal pérdida", dijo respondiendo a su propia pregunta. "Acababa de descubrir a Britten. Justo antes de su muerte, empecé a apreciar la inusual pureza de su música. Y además, durante mucho tiempo había querido conocer personalmente a Britten, y ahora no iba a poder ser".

- Orrin Howard