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De un vistazo

Duración: c. 33 minutos

Sobre esta pieza

Armenio nacido y criado en Tiflis (Georgia), Khachaturian tuvo una amplia experiencia musical temprana, pero poca formación académica antes de trasladarse a Moscú para estudiar biología. En Tiflis había tocado en una banda de aficionados y compuesto algo de música en piano , y en Moscú empezó a estudiar violonchelo y a escribir música para un grupo de teatro armenio dirigido por su hermano. En 1929 ingresó en el Conservatorio de Moscú, donde se graduó en 1934. Sin embargo, continuó sus estudios durante dos años, y su Concierto Piano , compuesto en 1936, supuso un gran avance en términos de reconocimiento público y desarrollo artístico.  

En ashugh La tradición de los bardos armenios fue una influencia importante para Khachaturian, una influencia que se hace evidente en los juegos rítmicos y métricos, el color instrumental y el virtuosismo puro de su Concierto Piano . La obra consta de los tres movimientos rápidos-lentos-rápidos de la tradición concertística, pero cada movimiento está dividido en secciones, con claras relaciones motívicas desarrolladas a lo largo de todos los movimientos.

El dinamismo y la punzante armonía de "notas erróneas" -un natural contra un la bemol, por ejemplo- que caracterizan al Concierto aparecen inmediatamente en la introducción orquestal, y las tres notas de la entrada de pianoforman el motivo fundamental. Las maderas introducen varios temas importantes, uno de los cuales se desarrolla en una cadencia lírica. La segunda cadencia del movimiento de apertura contrasta fuertemente con la anterior en decibelios y velocidad, aunque no en motivos.  

El no tan lento segundo movimientoAndante con anima-comienza de forma oscura, con un tema característico del clarinete bajo contra las cuerdas superiores apagadas. Mientras que el primer movimiento se basaba claramente en Re bemol, éste encuentra un hogar tranquilo en La menor, a pesar de los inevitables contrastes explosivos. No hay cadencia, pero las secciones del movimiento sugieren una especie de forma de rondó, con un claro sentido de recapitulación redondeada al final, cuando el clarinete bajo regresa con una variante de su tema de apertura, sobre la misma textura de cuerda suavemente pulsante.

El último movimiento tiene todo el brío y la chispa que se puede pedir a un final de concierto. Comienza firmemente en Do, con una energía agresiva y más notas "erróneas", que juegan vigorosamente en un campo de metros cambiantes. Este movimiento tiene una cadencia caleidoscópica, que termina suavemente con una caída cromática al fondo del teclado. A partir de ahí, se trata sobre todo de volver a coger impulso para llegar a un enloquecido Re bemol y una estruendosa y exagerada coda que recuerda dramáticamente al primer movimiento. -John Henken