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De un vistazo

Duración: c. 4 minutos

Sobre esta pieza

Jerry Goldsmith fue uno de los pocos compositores de cine que nació (en Pasadena) y se crió en Los Ángeles. Sus primeros trabajos en televisión, especialmente para programas como The Twilight Zone y Thriller, le permitieron experimentar con una variedad de modos contemporáneos. Pero las películas de terror, fantasía y, en particular, las de ciencia ficción siempre han permitido a los compositores aventurarse en modos estilísticos más extraños. Planeta de los Simios (1968) es una de las excursiones clave de Goldsmith en la música de género con técnicas de música en serie. "La Caza", para la escena en la que los simios son vistos por primera vez acorralando a los humanos, es una de las más feroces y aterradoras pistas de acción jamás compuestas. Citado por Jon Burlingame en su libro Sound and Vision como "una de las pocas partituras realmente originales de la película", los efectos de vanguardia para Planet se lograron acústicamente, es decir, sin electrónica.

También en 1968, 2001, una odisea del espacio, de Stanley Kubrick, presentó al público las obras atonales de György Ligeti (1923-2006). Ligeti, un modernista de Europa del Este que perfeccionó la técnica de los clusters tonales, la disposición de notas en densos acordes cromáticos que evitaban la melodía, el tono y el ritmo convencionales, denominó a este nuevo modo micropolifonía. Otro modernista del siglo XX de gran influencia cinematográfica fue Krzysztof Penderecki (1922), cuya astringente Threnody for the Victims of Hiroshima se hizo muy conocida a través de numerosas grabaciones clásicas (y, según se dice, se utilizó para el temp track de algunas partes de Close Encounters). En Off the Planet - Music, Sound, and Science Fiction Cinema, Neil Lerner describe este modo como "un cierto tipo de modernismo musical que codifica lo que se pretende percibir como 'alienígena'".

Sin embargo, el elemento clave de la partitura concentrada de Goldsmith para Chinatown (1973) es un tema de amor agridulce (y tonal) para una trompeta dorada, algo cansada del mundo. Está ambientada en un lavado de cuerdas que evoca tanto el romance condenado en el núcleo de la película, como las luminosas cuerdas del 20th Century Fox bajo la dirección de Alfred Newman. Pero las pistas que siguen inducen a alternar visiones agridulces y agridulces de la década de 1930 en Los Ángeles con sonoridades vacilantes influenciadas por la escuela de Ligeti/Penderecki, combinadas con un brillo sensual de la percusión característica de Goldsmith, sugiriendo el exotismo sobrenatural de Planeta de los Simios en un estado de ánimo más hipnótico. Otro elemento de estas señales es el uso de múltiples pianos por parte de Goldsmith, a veces tocados en los modos experimentales de compositores americanos como Henry Cowell y John Cage.

Con respecto a Chinatown Goldsmith una vez comentó: "Crecí en Los Ángeles y es increíble cómo se veía. Puedo recordar todo el ambiente".