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De un vistazo

Compuesto: 1907

Duración: c. 30 minutos

Orquestación: 2 flautas, 2 oboes, 2 clarinetes, 2 fagotes, 4 trompas, 2 trompetas, 3 trombones, timbales y cuerdas

Primera actuación de la Filarmónica de Los Ángeles: 13 de marzo de 1958, John Barnett dirigiendo

Sobre esta pieza

Si las dos primeras sinfonías de Sibelius pueden clasificarse a grandes rasgos como pertenecientes al "romanticismo nacional", la Tercera parece eludir tal categorización. Es claramente una obra de transición. La mayoría de los comentaristas han observado en ella una tendencia hacia una especie de "clasicismo". Probablemente sea el primer movimiento (Allegro moderato), con su claro diseño formal y la gracia sin esfuerzo de la orquestación, el responsable de esta opinión. El segundo movimiento (Andantino con moto, quasi allegretto), que retoma un tema sencillo a la manera de una canción popular, no contradice la impresión dejada por el primero. En cambio, el tercer movimiento (Moderato-Allegro ma non tanto, con energia) no parece encajar en este cuadro. Su forma es totalmente problemática y deja muchas preguntas sin respuesta.

Las primeras ideas musicales que acabaron en la Tercera Sinfonía son anteriores a la primera referencia a la obra en la correspondencia de Sibelius en septiembre de 1904. El trabajo real en esta composición comenzó a finales de 1906, y la primera interpretación tuvo lugar bajo la dirección del compositor batuta en Helsinki el 25 de septiembre de 1907.

Como revelan los bocetos, Sibelius trabajó simultáneamente en varias composiciones, cada una en una fase diferente de su desarrollo. Cuando se acercaba la fase más activa de la Tercera Sinfonía, había terminado La hija de Pohjola y dejado inacabados otros dos proyectos, Luonnotar y Marjatta. Parece que existe una conexión entre estos proyectos abandonados y la Tercera Sinfonía. En un caso es explícita: el material coral del segundo movimiento procede del proyecto Luonnotar.

Una relación con el oratorio Marjatta es más especulativa, pero hay razones para creer que el contenido religioso del oratorio se refleja de algún modo en la Sinfonía. Se ha señalado, por cierto, que los pasajes que presentan un himno o un tema coral son excepcionalmente numerosos en la Tercera Sinfonía y que tales pasajes pueden encontrarse en los tres movimientos.

También puede haber razones programáticas ocultas detrás del hecho de que la Tercera Sinfonía tenga sólo tres movimientos. No es descartable, aunque en modo alguno probado, que los movimientos correspondan espiritualmente al nacimiento, funeral y resurrección de Cristo en el libreto de Marjatta. En este caso, la sección final del Finale, en forma de himno, podría interpretarse como la expectación y la esperanza de la resurrección de Cristo y de su realización real. -Ilkka Oramo