Saltar al contenido de la página

De un vistazo

Duración: c. 7 minutos

Orquestación: 2 flautas, oboe, 2 clarinetes, 2 fagotes, 2 trompas, arpa y cuerdas. Primera interpretación de la Filarmónica de Los Ángeles: 13 de agosto de 1927, Sir Eugene Goossens dirigiendo.

Sobre esta pieza

La inmensamente popular Pavane pour une infante défunte fue escrita para un solo de piano en 1899, y la orquestación del propio compositor, delicadamente marcada, data de 1910. La primera interpretación de esta última fue en 1911, bajo la dirección batuta del compositor- director de orquesta Alfredo Casella.

Se ha hablado mucho del curioso título de la obra, por aquellos que nunca han consultado las propias palabras de Ravel al respecto: "No hay que dar ninguna importancia al título. Lo elegí sólo por sus cualidades eufónicas [lo que hace que la poco eufónica traducción inglesa, "Pavane for a Dead Princess", sea particularmente inapropiada]. No hay que dramatizar. No se trata de un lamento fúnebre por una niña muerta, sino de una evocación de la pavana [una danza señorial de la corte española del siglo XVI] que podría haber sido bailada por una princesita como la que pintó Velázquez".

Herbert Glass, columnista y crítico del Los Angeles Times desde 1971 hasta 1996, es también un colaborador frecuente de Gramophone y The Strad. Es anotador en inglés para el Festival de Salzburgo.