Sobre esta pieza

El primer impulso para escribir esta obra surgió de mi reacción espontánea ante las interpretaciones de primera clase de Paavo Järvis de mi obra, que había escuchado en uno de sus CD. Le llamé inmediatamente para contarle mi entusiasmo, y así descubrí que estaba a punto de asumir un nuevo papel como jefe director de orquesta en la Orquesta de París. Me invadió la irresistible necesidad de escribir algo para esta ocasión, para su "nueva orquesta". En el transcurso de la llamada telefónica, se supo que Paavo Järvi estaba de acuerdo. Inmediatamente pensé en Gustave Eiffel y su obra, en un homenaje a un gran arquitecto. Me alegró mucho saber que la orquesta reaccionó positivamente a mi idea. 

   Un espléndido libro de ilustraciones de los planos y los proyectos de la torre yacía sobre mi mesa, cautivándome. La visión artística de Eiffel, su combinación de sobria racionalidad y elegancia, me impresionó e inspiró de muchas maneras. Desde la perspectiva de un compositor, la torre de Eiffel tiene muchas características que se comparan con la estructura de una pieza musical: las conexiones entre los elementos estructurales, la transparencia de la construcción y mucho más. Incluso la inmovilidad, un aspecto tan importante de la arquitectura, es también un elemento clave de una pieza musical. 

   En cuanto a mi obra Silueta, la pieza resultó corta y ligera, como una danza, un vals, algo vertiginoso, tal vez como los vientos que acarician este coloso puntiagudo. -Arvo Pärt