Sobre esta pieza

"alrededor del mar resplandecía el oro toma su título del preludio de la novela experimental de Virginia Woolf Las olas. A lo largo de la novela, seis narradores tejen su camino desde la infancia hasta la edad adulta, sus diálogos cada vez más entrelazados separados por nueve interludios que representan una escena costera desde el amanecer hasta la puesta de sol. Hay muchas cosas que me encantan de Las olas que despiertan mi imaginación sonora, desde su lenguaje evocador hasta una forma que parece plegarse sobre sí misma a la vez que avanza en el tiempo, por lo que ha sido fuente de inspiración para varias de mis piezas a lo largo de los años.

En torno al mar resplandecía el oro, me centré en la imaginería de los interludios costeros de Woolf, que comienzan al amanecer, cuando "el mar era indistinguible del cielo, salvo que el mar estaba ligeramente arrugado como si una tela tuviera arrugas", y documenta pacientemente la uniformidad de la oscuridad cercana que se transforma en abundancia de detalles. Quise tomar prestada esta trayectoria [para] mi propia pieza, que comienza con un mundo sonoro muy abierto que poco a poco se va saturando de más y más polifonía. Los seis narradores de Las olas comienzan como voces distintas que poco a poco se conglomeran en una sola, los instrumentos de mi pieza empiezan como un cuerpo sonoro unificado y [luego] se fragmentan en solistas.

Dado que el océano es un tema recurrente en la música de los siglos XX y XXI, no he podido resistirme a "pintar con texto" algunas de las descripciones que Woolf hace del mar, así que oirán tambores oceánicos, palos de lluvia y crótalos mojados en agua en la percusión, brisas ondulantes en los tonos de aliento de los vientos y los metales, olas en las cuerdas y muchas otras interpretaciones instrumentales de la eterna canción del océano". -Katherine Balch