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Sobre esta pieza

Defensora de la justicia social y racial durante toda su vida, Margaret Bonds (1913-1972) creció en una familia relativamente acomodada de Chicago, en una comunidad de artistas y músicos negros. Aunque sus padres se divorciaron cuando era joven, ambos apoyaron su evidente talento musical. A los 20 años, Bonds se convirtió en la primera solista afroamericana en actuar con la Orquesta Sinfónica de Chicago. Como compositora, su experiencia fue muy amplia, incluyendo arreglos de jazz, canciones para niños, música de cine, canciones populares, música coral y musicales, así como composiciones clásicas. Sin embargo, con el paso de los años, si alguien había oído hablar de ella, solía ser por sus arreglos de espirituales tradicionales. Afortunadamente, tras décadas de olvido, parece haber llegado su hora, ya que gran parte de su música está siendo redescubierta o incluso estrenada casi medio siglo después de su muerte.

Tras licenciarse en piano y en composición, Bonds estudió en Northwestern, donde se encontró con grandes prejuicios raciales. Allí descubrió también la poesía de Langston Hughes, que le tocó la fibra sensible, lo que dio lugar a un vínculo artístico de 40 años de colaboraciones artísticas, respeto mutuo y entusiasmos compartidos. En 1936, empezó a musicar sus poemas y colaboraron en numerosos proyectos, el más exitoso de los cuales fue una cantata navideña titulada The Ballad of the Brown King. Hughes la convenció para que se mudara a Nueva York, donde él se había trasladado, ayudando a lanzar el Renacimiento de Harlem.

Desconsolada tras su muerte, se trasladó a California para trabajar en Hollywood. Cuando murió a los 59 años, sin testamento, su marido y su hija recogieron los papeles de su apartamento de Los Ángeles. Muchas de sus composiciones se perdieron, y algunas incluso acabaron junto a un contenedor antes de ser rescatadas del olvido. Ahora, al no tener supervivientes, nadie sabe a quién pertenecen los derechos de autor de su música.

Considerada la obra cumbre de su extraordinaria carrera, las Variaciones de Montgomery fueron compuestas en homenaje a Martin Luther King, Jr. tras su visita a Montgomery, Alabama, en 1963. Basadas en el espiritual "Quiero que Jesús camine conmigo", sus Variaciones de Montgomery son un conjunto de reflexiones de estilo libre sobre Montgomery como punto focal del Movimiento por los Derechos Civiles. Nunca escuchó la pieza interpretada.

De sus siete movimientos, los cuatro presentados en este concierto son los siguientes (con las descripciones de Bonds cuando se facilitan).

II: Reunión de oración

V. Un domingo en el Sur

VI. Lamento

VII: Bendición

Un Dios benigno, Padre y Madre de todas las personas, derrama Amor sobre sus hijos, tanto los buenos como los malos.