You Have the Right to Remain Silent se inspiró en una experiencia que el compositor tuvo en la década de 1970: Anthony Davis conducía hacia Boston para asistir a un concierto cuando fue detenido por un oficial de policía. Davis señala: "Había encendido la sirena y había detenido mi coche. Estaba a punto de salir y preguntarle qué estaba pasando y que no quería llegar tarde a mi concierto", recuerda Davis. "Pero cuando mi esposa se dio la vuelta, me dijo que me quedara sentado porque el oficial de policía ya me estaba apuntando con su arma". Más tarde se supo que Davis había sido confundido con un ladrón de bancos. La pieza comienza con la voz solitaria del clarinete que es interrogada por la orquesta. Davis explora las consecuencias emocionales de tal confrontación a medida que avanza la pieza, indagando en lo que les sucede a las personas que tienen que lidiar con la pérdida de su libertad, sus familiares, su comunidad o sus vidas.