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De un vistazo

Compuesto: 1898

Duración: c. 10 minutos

Orquestación: 2 flautas, flautín, 2 oboes, 2 clarinetes, 2 fagotes, 4 trompas, 2 trompetas, 3 trombones, tuba, timbales, percusión (platillos) y cuerdas.

Sobre esta pieza

Musicalmente precoz, Samuel Coleridge-Taylor ingresó en el Royal College of Music de su Londres natal como violinista a los 15 años. En menos de un año ya había publicado seis piezas corales. Un año después de abandonar el colegio, recibió su primer encargo, del Festival de los Tres Coros, por recomendación de Elgar. "Lamento estar demasiado ocupado para hacerlo", escribió Elgar cuando el Festival le ofreció un encargo. "Ojalá, ojalá, ojalá le pidieras a Coleridge-Taylor que lo hiciera. Todavía quiere reconocimiento, y es de lejos el tipo más inteligente que hay entre los jóvenes".

Lo que el Festival obtuvo fue, en efecto, una inteligente pieza juvenil, un alocado paseo orquestal rebosante de inventiva y energía. Como una balada poética, la pieza está organizada en secciones a modo de estrofas. Su tema principal es dramático y está explosivamente orquestado; su tierno complemento lírico logra el contraste principalmente a través de la métrica y la textura.

Coleridge-Taylor, que más tarde sería llamado "el Mahler negro" por los músicos de orquesta de Nueva York, dirigió él mismo el exitoso estreno en el Festival de 1898.

-John Henken