Boléro
Sobre esta pieza
Boléro surgió de un proyecto abortado de orquestar piano piezas de Iberia, del compositor español Isaac Albéniz, para crear un ballet, Fandango, para la bailarina Ida Rubinstein. Otro compositor ya se había hecho con los derechos para orquestar las piezas de Albéniz, y Ravel no tenía tiempo para componer algo nuevo. Durante sus vacaciones de verano en Saint-Jean-de-Luz, Ravel dio con la ingeniosa y sencilla idea del Boléro. Creó un tema único, introducido por la flauta sobre un sencillo patrón rítmico, y lo repitió una y otra vez, en diferentes -y brillantes- combinaciones instrumentales, aumentando gradualmente el nivel dinámico del pianissimo al fortissimo a lo largo de los 15 minutos que dura la obra.
Con la tarea de composición drásticamente minimizada, Ravel terminó la obra a tiempo para su estreno en noviembre de 1928 en la Ópera de París, con Rubinstein en el papel principal de una bailarina española. España no fue la única inspiración-Ravel insinuó a su alumno y biógrafo Alexis Roland-Manuel que el implacable ritmo estaba inspirado en la fábrica, situando la partitura en el contexto de otras composiciones industriales de la época, incluyendo El escalón de acero de Prokofiev (que Ravel había visto en París en 1927) y Pacific 231 de Arthur Honegger, inspirada en la locomotora (que se estrenó en la Ópera en 1924). Ravel expresó su descontento con la "pintoresca" producción de Rubinstein -que la presentaba bailando sobre una mesa en un bar- a su hermano Édouard, quien supervisó una producción inspirada en la fábrica en la Ópera en 1941. -John Mangum