La Consagración de la Primavera fue interpretada por primera vez por la Filarmónica de Los Ángeles en 1928 y, en los más de 90 años transcurridos desde entonces, se ha convertido en una pieza emblemática de la orquesta. Hoy en día, suena tan atrevida como en la época de Stravinsky, llena de ritmos cargados, explosiones de metales y maderas al acecho, todo lo cual se puede escuchar en estos extractos de nuestra actuación de noviembre del 2019, con Gustavo Dudamel en el podio.